Nací en Madrid pero tengo sangre y corazón cordobeses.
Sangre cordobesa de mis padres y abuelos. Corazón que comparto junto a Yolanda y un sinfín de personas importantísimas que me ha regalado esa tierra, marcando mi vida hasta convertirme en quien soy.
Mi familia es mi mayor patrimonio.
Soy papá de cinco hijos: Grecia, Alma, Luca, Thiago y Sira. Su sonrisa es mi vida.
Mis cuatro hermanos, mis suegros y toda esa gente que ‘siempre está’ son mi único equipaje imprescindible.
Aunque hace ya muchos años de eso, empecé en esto del fútbol marcando goles.
Pronto descubrí, con la ayuda de mi padre, que mi lugar en el campo estaba bajo los palos.
Llevo más de media vida dedicado a este increíble deporte.
Camino de alcanzar los 1.000 partidos como profesional, he podido formar mi segunda familia, esa gran ‘familia del fútbol’ con la que he disfrutado, he aprendido, he llorado… pero sobre todo he vivido algunos de los momentos más importantes de mi vida.
La conquista del Mundial de Sudáfrica 2010 fue un auténtico sueño vital.
Junto a las dos Eurocopas consecutivas de 2008 y 2012, marcaron un hito en la historia del fútbol que pude celebrar junto a todo un país, olvidando con ello diferencias, polémicas, crisis…
Al fútbol y a la vida solo puedo decirle: GRACIAS.